Texto de Matthew Cromwell. Imagen de Pixels.
Abrí los ojos viendo un techo que no era el de mi habitación. Desconcertada, no podía comprender qué estaba sucediendo. Levemente, llevé mis manos hacia mi nuca, en la cual, y para mi sorpresa, había sangre, pero por alguna razón no punzaba. Miré hacia ambos lados, quedándome completamente paralizada al sentir algo pegajoso en mis manos, y al darme cuenta de lo que era, entré en pánico comenzando a gritar espantada.
—¡Ayuda! ¡Ayúdenme, por favor! ¡Estoy aquí, atrapada!
Pasé varios minutos intentando que alguien me escuchara, pero no recibía ninguna respuesta, a pesar de sentir como un camino de sangre nacía debajo de mí. Sin poder gritar me levanté con las pocas fuerzas que me quedaban: necesitaba salir de este lugar, encontrar alguna puerta o abertura para poder escapar.
Al investigar un poco el sector, logré darme cuenta que donde había estado existían unas extrañas líneas que formaban una estrella de 5 puntas con una inscripción alrededor:
* Hoc sacrificium, quod offerimus O Lucifer... Quod lux lunae bonae noctem, removere animae impuri corporis *
No podía vislumbrar la solución de aquel enigma, ya que se trataba de un idioma que jamás había leído, pero eso no fue todo… al seguir el camino de sangre, me llevó hacia una chica recostada boca abajo, que tenía indicios de haber sido arrastrada y dejada allí como basura.
Pensando cómo había llegado a ese lugar, comencé a recordar la última vez que estuve junto a mis amigos:
Habíamos quedado para juntarnos y celebrar las Navidades en el castillo de mi familia. Mientras cenábamos, me dieron unas excesivas ganas de orinar, ahí fue cuando en cosas de minutos, luego de haberme separado de ellos, perdí el conocimiento, y desperté en este horrible lugar.
Pasado un instante, extraños sonidos comenzaron a surgir de uno de los muros... algo o alguien estaba caminando detrás y, al percatarme que se venían acercando cada vez más, el pánico comenzó a absorberme, y poco a poco mis sentidos fueron fallando.
De milagro, antes que una parte de la muralla se abriera, logré esconderme detrás de unos barriles que se encontraban a un costado de donde estaba: tapándome con las manos la embocadura, para evitar que lo que fuera esa cosa me descubriera, logré asomarme entre los bordes de donde me encontraba, y así lograr ver qué era lo que había entrado.
—Pero... ¿qué es esa cosa? —pensé inmediatamente al ver esa espantosa criatura, que tenía una piel membranosa, ojos completamente amarillentos, y dientes afilados. Ya la tenía frente a mí, y nunca escaparía de sus dentelladas.
Sus movimientos eran muy extraños, y repugnantes, lo único que podía pensar era en escapar de este horrendo lugar, cuando de la nada comenzó a ir hacia donde había visto antes el cuerpo de ese sujeto, comenzando a desgarrarle la piel con sus afiladas garras. Era mi momento de escapar, mientras esa criatura seguía ocupada. Las escenas eran insoportables, aun no podía comprender como era posible lo que estaba viviendo, pero como si hubiera durado una eternidad, poco a poco fui gateando hacia la muralla que se había abierto, para cuando ya había salido y había pensado que las cosas ya se habían acabado, pero para mí mala suerte, el silencio comenzó a dominar el lugar.
Cual no era para nada bueno, ya que esos asquerosos sonidos de la criatura desgarrando la piel de la carne se habían detenido; Mi corazón estaba a punto de detenerse, cuando de la nada un ensordecedor sonido comenzó.
—YAAAAAAAGH.
Sin pensarlo dos veces comencé a correr sin mirar atrás por ningún motivo, mi desesperación se desbordaba, escuchando al mismo instante como la criatura con sus horrendos gritos corría detrás de mí.
El lugar parecía un laberinto, sintiendo un desconcertó increíble, comenzaba a sentirme extraña, como si estuviera flotando sobre el suelo, todo era demasiado extraño, cuando de la nada, a unos pasos de mí se abrió otra compuerta donde provenía una luz, a la cual sin dudar entré.
Mi alivio, al ver a mis amigos con sus miradas preocupadas diciéndome ¿dónde había estado, y que me había ocurrido?, me calmaron, y entre lágrimas me acerque a ellos.
-Chicos…. Hay que salir de aquí, ¡ya!, hay una criatura siguiéndome, si no nos vamos, ¡nos matara! – pero por alguna razón no me hacían caso, tampoco me miraban, pero para mí peor sorpresa fue cuando me escuche a mí misma detrás de mí. Al darme vuelta, quede estupefacta al ver lo que estaba sucediendo, esa criatura… esa horrible cosa… tenía mi imagen, no sabía cómo o porque, tenía mi voz y mi cuerpo, cuando de la nada comenzó a decir con una voz tranquila pero extraña.
-perdón por preocuparlos, había encontrado este lugar, y sin querer me quede atrapada, gracias a ustedes logre salir a salvo, pero miren, quizás estos pasillos nos lleven a un increíble lugar, ¿les gustaría investigar conmigo, y luego seguimos celebrando? -
Ellos como si nada, y con una sonrisa de alivio aceptaron, ya que lamentablemente les encantaban las aventuras, pasmada trate de tomar el hombro de uno de ellos, pero para mi sorpresa atravesó por completo….
Uno a uno fue pasando, hasta que solo quedo esa cosa con mi forma viéndome con sus ojos amarillentos, y una sonrisa que nunca olvidare, la compuerta se cerró mientras decía con la poca voz que me quedaba.
“En todo este tiempo, y sin darme cuenta, esa chica cual había visto en el suelo justo ahí estaba yo, mi cuerpo… sin vida. Jamás estuve viva, ya que no me escuchaban cuando gritaba de desesperación por ayuda, o cuando traté de avisarles. Ahora al ver como esa cosa los lleva a un destino del cual jamás regresaran, todos sabrán por carne propia de lo que viví en ese momento, quisiera que las cosas hubieran acabado de otra forma, que hubiera podido salvar a mis amigos, pero lamentablemente, esto... acaba aquí.”
Este cuento fue seleccionado por el jurado interno del blog El legado de Sara Lena y Fontenla, para participar en el concurso de "cuentos oscuros de navidad".
Si aún no te has enterado del concurso te recomiendo que veas la invitación en vídeo y consulta las bases (dándole clic a cada uno de los enlaces anteriores).
Tal vez te interese leer:
Una navidad diferente (Autora Sara Lena)
Los cuentos preseleccionados para el concurso son los siguientes:
- Un fantasma en noche buena (autor Gabriel Valdovinos).
- Perros de montaña (autor Iván Bathysta).
- Navidad mortal (autora Alejandra Jaime).
- Navidad en el hotel (autor Oscar Kcriss).
- El legado de mi padre (autor Beda Kurwen).
- El anfitrión de noche buena (autora Marisela Riquelme).
- La caja de Navidad (autora Silvia Carús).
- La primera Navidad de Mircia (autor Peter Winchester).
- El pesebre más lindo del mundo (autor William Martínez "El gato").
- Navidad en Chapultepec (autora Alejandra Ruiz).
2 comentarios:
Me sorprende el potencial de este autor, de una imaginación tan brillante. El relato, escrito con una trama muy interesante, nos lleva al mismo infierno del terror. Enhorabuena a su autor. Que tengas suerte en el concurso.
Carmen Hinojal
Muy buen relato y escalofriante.
Publicar un comentario