Navidad mortal


Texto de Alejandra Jaime, imagen de Pixels.

 

A las diez de la noche en vísperas de la navidad y en la oficina de gestión del cliente, de la empresa de moda, New Dawn, se hallaba el gerente y su secretaria, Sophie Cosio. Ella llevaba diez años en la empresa y desde que trabajaba ahí no había tenido una vida normal, sin mencionar navidades, fiestas de cumpleaños o reuniones familiares. Siempre salía a última hora y no podía hacer las compras ni los regalos para su familia. A esa hora le costaba conseguir taxi y llegar a tiempo a su casa era toda una odisea, además, del peligro de andar sola en la calle tan tarde. Estuvo por renunciar muchas veces, pero su madre y sus hermanas dependían de ella. Con el tiempo se sumó a su vida el flagelo del estrés y por dentro era semejante al papel whashi, delgado, transparente y delicado. Sentía que ya no podía seguir así, sin fuerzas para luchar por sus derechos permitiendo el abuso y la humillación constante. Tanto así que su jefe, varias veces le hacía comprar corbatas o camisas nuevas porque se había manchado con café o tan solo por gusto, que por cierto, además de ser cascarrabias, también era puntilloso y todas las cosas debía tener los detalles exactos según sus deseos.

Hastiada de sentirse insignificante se decidió en pedir ayuda. Temblorosa y débil un día llegó hasta la puerta de una psiquiatra, meses antes de aquella noche de navidad. Así fue como, medicada, eran más llevaderos los días malos en la oficina.  Al parecer, comenzó a notar el avance de su actitud y de cierta forma ya no le molestaban tanto los arrebatos de su jefe. 

Ese noche de la víspera navideña, Sophie quería llegar temprano a casa porque había una linda reunión familiar con algunos tíos de otra ciudad. No obstante, el señor gerente, Víctor Bollar, le exigió quedarse hasta que completara con el trabajo, no solo el de ella, sino también el de él, su jefe. Ella le suplicó salir temprano, pero le respondió autoritario y sarcástico, diciéndole, que si era veloz tendría tiempo de sobra. Las carpetas en su escritorio por poco llegaban al techo a causa del retraso, ya que se olvidaba, que horas antes, le hizo correr por todos los comercios para comprar los regalos de sus hijos y el de su esposa. Sophie estaba indignada y esa noche sin pensarlo e impulsada por la ira tomó una pésima decisión. 

Víctor nunca se iba sin el expreso americano de sabor fuerte y amargo, ya que tenía un largo viaje a casa y no quería quedarse dormido. Él era el primero en llegar y junto a Sophie el último en irse. Doce horas de trabajo y dos de viaje a casa era mucho para una persona normal, pero Víctor era demasiado ambicioso y su estilo de vida era muy atareado. 

Esa noche Víctor bajaba por el ascensor, en una mano llevaba el maletín y en la otra el café. Era normal que lo bebiera mientras permanecía en la cabina del ascensor, pero esa vez no fue así. Esperó hasta llegar al coche y empezar a conducir. Pensó que durante el viaje disfrutaría mejor la bebida caliente, ya que había empezado a nevar y hacía frío. Había pasado alrededor de veinte minutos conduciendo y comenzó a sentir un malestar en todo el cuerpo. Se le adormecían las piernas y sus manos no sostenían el volante, persistió con todas sus fuerzas en no cerrar sus ojos, pero era imposible. Entre la desesperación tuvo la intención de llamar por teléfono a su familia, pero nunca lo logró y de imprevisto se durmió. El coche se descontroló y se despeñó al fondo del precipicio, en una curva cerrada en la que no había banquina ni vallado. 

Nadie supo que en el café se hallaba un somnífero, el mismo que le habían recetado a Sophie. Harta de los abusos le administró la sustancia a escondidas. La treta era hacer que se quedara dormido en el ascensor y así llegara tarde a la fiesta con su familia.

 Ella terminó el trabajo y bajó por las escaleras. 

Esa noche Sophie viajó en el taxi tranquila, sin imaginar la fatalidad que había provocado.  Al día siguiente la denuncia de la desaparición y la búsqueda de Víctor se hizo conocida en los medios de comunicación. Al transcurrir las horas hallaron el coche incinerado por la explosión, en el fondo de aquel abismo. Aunque se hizo una exhaustiva investigación, jamás se halló evidencia de la sustancia en el cuerpo calcinado de Víctor. 

Una semana después de aquella tragedia, Sophie no soportó la culpa, pero tampoco estaba dispuesta a ir a la cárcel y recurrió al suicidio. En el trabajo subió a la terraza y de ahí se lanzó al vacío. 

 

Por: Alejandra Jaime 

Derechos reservados.


Este cuento fue seleccionado por el jurado interno del blog El legado de Sara Lena y Fontenla, para participar en el concurso de "cuentos oscuros de navidad".

Si aún no te has enterado del concurso te recomiendo que veas la invitación en vídeo y consulta las bases (dándole clic a cada uno de los enlaces anteriores).


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7 comentarios:

Oscar Rivera-Kcriss dijo...

Aleja. Tú siempre tan cruel con tus personajes. 🤦 Nunca dejas uno con cabello. 🤭🤭🤭 Excelente relato. Injusticia y represión desde el comienzo, añadiéndose luego el desespero que conlleva a una mala y trágica decisión. Drama, suspense y tragedia que atrapan al lector desde el comienzo. Felicitaciones. 👏👏👏🤗🤗🤗

Greicy Bruges Wilches dijo...

Excelente relato 👌🤗🤗🤗

Alejandra dijo...

Excelente!!! Tantos detalles te hace entrar en el relato! Genia.

Oscar Rivera-Kcriss dijo...

Interesante relato.
Aunque parezca ficción, la verdad es que hay jefes así en muchas empresas. Agobian y presionan tanto a sus secretarias y empleados que terminan fastidiando y dando origen a pensamientos oscuros que lamentablemente, casi siempre terminan en tragedia.
Felicitaciones Aleja. Muy entretenido. Conectas al lector desde el principio.
🤗🤗🤗👏👏👏

B.K dijo...

La verdad me esperaba que le hiciera algo al jefe, pero el final no me lo vi venir. Y si alguien, en un cuento, hace la atrocidad del final (no digo para no dar spoiler), ese cuento tiene mi aprobación. Muy bueno.

Unknown dijo...

Gracias por leerme y agradeciendo los comentarios tan alentadores.

Luis dijo...

Me encantó tu cuento te atrapa desde el comienzo y muy bueno el final inesperado,muy bien logrado.

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