ENCOMIENDA DE NAHL



Querido amigo:

Antes que nada, es mi deber advertirte que sí soy yo quien escribe esta misiva, tu amigo, el único que ha estado contigo desde que perdiste a tus padres gracias a esa horrible enfermedad. 

Estoy consciente que esta carta te causará una gran sorpresa por varias razones, pero ya más adelante te explicaré un poco más varios porqués.

Ahora, como es correcto y necesario, paso a saludarte de la manera más cariñosa y respetuosa deseando que estés bien; y ahora sí te explico el motivo de la misma.

En este momento sé que ya estás muy lejos de aquí, tal vez ni siquiera sepas el nombre del lugar donde te hayan llevado esas buenas personas. Lo que debo confesarte que me apenó mucho fue saber que cuando partiste de aquí fue enmedio de una gran tristeza, al punto que la gente sintió piedad por tu dolor; y no era para menos, habías perdido todo y al final también creíste haberme perdido a mí; pero quiero que sepas querido amigo, que no estaba extraviado como tú y los demás pensaron, solo recibí una encomienda del Dios Nahl; sí, yo alguien que creía ser tan insignificante, fui elegido, y tal trabajo no niego que fue muy difícil, pero también noble, y al final el resultado fue muy bueno.

Como bien sabes, Nahl es un Dios compasivo y justo, defensor de todos los seres vivos que habitan esta tierra; estoy seguro que fue él quien me puso a tu lado para mitigar tu dolor y también fue él quien dirigió a esas personas al lugar a donde nos llegamos. No estábamos de paso como todos creyeron, llegamos ahí porque ese era el lugar en el que yo tenía que llevar a cabo la encomienda antes mencionada.

En ese lugar, querido amigo habían dos personas muy malas que hacían sufrir al pueblo y nadie se atrevía a enfrentarlos, supongo que el miedo era más grande que su rabia. Mi trabajo, luego entonces, era poner un alto a esas personas, si es que así se les puede llamar, aunque tampoco me atrevo a llamarles animales, esa palabra también les queda grande (sin ofender, quizá más grande que la anterior) pero ese alto no se los pondría solo, aunque quisiera era mucho para mí así que tenía que reunir un pequeño ejército.

No me fue muy difícil, Nahl me concedió el lenguaje universal y una gran habilidad para la oratoria. Por suerte ni mi tamaño ni mi color fueron ningún impedimento para ser escuchado.

Nos reunimos a mediodía en un paraje muy lejano de la civilización, por supuesto necesitábamos privacidad, nada nos tenía que salir mal. Ellos me escucharon atentamente cada palabra, entendieron que eran sus vidas las que estaban en riesgo si no acabábamos con el enemigo y estuvieron de acuerdo en acabar con él primero.

Después de esa reunión nos fuimos a donde estos vivían, aprovechamos que estaban dentro de sus aposentos y llegamos al jardín; en ese lugar hicimos un ritual para pedir la ayuda y protección a Nahl. 

La cara de esos dos al vernos ahí reunidos solo se puede describir como de horror. Los que antes con tanta saña acababan con nuestra especie sin remordimiento alguno, hoy, al vernos a todos juntos no se atrevieron a salir; pero no fue necesario, todos sabíamos cómo entrar y teníamos la habilidad y el coraje para hacerlo.

Amigo mío no te voy a describir lo que ocurrió dentro de esa casa para no hacerte sentir incómodo pero gracias a lo que pasó ese día ni ellos volverán a dañar a nadie y al que ahora llamo mi ejército tampoco pasará hambre durante un buen tiempo.

Dicho lo anterior quiero pedirte, querido amigo que vengas por mí al pueblo donde me creíste extraviado; Nahl ha borrado el recuerdo de lo pasado a mi ejército y yo también olvidaré todo esto en unas cuantas horas; lo único que te puedo asegurar mi querido Menes es que a partir de hoy en Ulthar ningún hombre volverá a matar a un gato.

Historia de: Scherezada 
Basada en: Los gatos de Ulthar 
De: H.P. Lovecraft.

Facebook: https://www.facebook.com/LosCuentosdelSrBigotes/

Este cuento ganó el primer lugar en el concurso de cuentos Lovecraftianos y enseguida se anexa el diploma correspondiente. ¡Muchas felicidades!




En seguida enlisto los cuentos contra los que participó, da clic a cada enlace para leerlos las veces que quieras.


2 comentarios:

Oscar Rivera-Kcriss dijo...

Scherezada. Me ha atrapado este bonito cuento que has escrito. Tengo cuatro gatitos y los amo. Es cruel ver como muchas personas los aborrecen, maltratan y matan sin piedad y, aún sin saber lo nobles, agraciados, hermosos y útiles que son. Felicitaciones. Me encantó.

KIDIA dijo...

Hermoso cuento ¡ muchas gracias!

Entrada destacada

Sara Lena Tenorio

Mi nombre es Sara Lena, nací un día de primavera en la ciudad de México, soy autora de dos libros que forman una saga que, aunque ya está p...