El despertar de Azathoth

Homenaje a H. P. Lovecraft.
Ilustración creada por Jorge Cedillo, proporcionada por la autora Carolina Arriaga.

Los demacrados nocturnos emitieron al unísono un chillido milenario que retumbó hasta lo profundo de la conciencia humana. El evento anunció la consumación de una conspiración ancestral: despertar al idiota para revelar la verdad única y absoluta. Ninguna religión, ni ciencia existente predijo los sucesos posteriores. Los libros de mayor antigüedad, las ficciones más elaboradas, no describen en su conjunto ni en su destilación fina y elevada, la tragedia más esperada en la historia humana

Por décadas, las aladas criaturas negras de piel tersa aparecían en el mundo de los sueños para raptar a los escasos que profanaban sus reinos. Las dilatadas frecuencias de sus alaridos superponían monótonos sonidos que se extendían por horas después de ser expuestos, horas incontables en el calendario terrenal, ostensibles por medio del dolor ejercido en el cerebro al usar cada sentido, única función para la que fue construido, como si un ácido penetrara escalonado en su interior a milímetros. Dichos aullidos desarmaron los motores del hombre de Providencia, pero no su esencia

Colgado de las garras inmundas y ominosas, vio desde lo alto la ciudad maldita sin nombre. Encajada como un tumor en la espalda de una montaña destinada a encarar un sol inmóvil, extendiendo al infinito las sombras que cubren la enfermiza e inefable urbe. Ningún hombre fue creado para avistar dicho lugar. Al centro un erecto monolito estrellado. Inconcebible y adimensional, no puede ser explicado en palabras, solo distinguido y asimilado por los enfermos ojos retorcidos después de refractar la luz crepuscular. El intento de describirlo en una lengua tan subdesarrollada resulta inútil, se somete y rescata frases sobre amplios arcos hiperbólicos cuyos focos traslapan puertas en toda dirección, líneas perpendiculares que nunca se cruzan engañando al subconsciente y a la lógica. Allí se encuentra el trono de donde emana la frontera de la destrucción

El gen caótico obligó a voltear los ojos de aquel visitante esbelto hacia su propio cerebro, inundados del agrio verduzco que predominaba en el ambiente fétido y podrido que le rodeaba. Tomó su lugar sin pedirlo ni recibirlo. El ciego reinó desde el trono estrellado, ignorante de su destino como guardián eterno sosteniendo la llave de plata. Por eones los macilentos nocturnos revolotearon a su alrededor sin poder tocarlo. Fue concebido idiota por la enmudecida ciudad agobiada de impotencia. Les arrebató la única razón de su existencia. Silenciosos, conspiraron para regresarlo a su plano. El grito milenario despertó del largo sueño al ser inverso en mismo. Recorrió toda la Tierra, ensordeció a la humanidad entera deformando sus cuerpos blasfemos. Eliminó el infinitesimal valor remanente de su fatigada existencia

Yog-Sothoth le abrió la puerta. Lo regresó a Providencia para repetir el ciclo. El inmenso delirio certero del ciego idiota es mejor que un instante más allá de las fronteras del tiempo y el espacio.

Autora: Carolina Arriaga


Este cuento ganó el segundo lugar en el Concurso de Cuentos Lovecraftianos. Enseguida se muestra el diploma correspondiente y hasta abajo se enlista el resto de los cuentos participantes.





Apasionada por el género de horror, la historia y el cine, Carolina es creadora y coanfitriona del programa Radio Horror Podcast. Estudió Ingeniería Física Industrial en el Tecnológico de Monterrey y se especializó en el área de Ciencia de Datos. Utiliza análisis de sentimientos de la obra de H. P. Lovecraft para entender el uso del lenguaje en su escritura. Ganadora del segundo lugar en el concurso Nyctelios 7° Edición con el relato corto «El Vigilante». Además de ser una escritora de ficción de horror, le gustan los juegos de mesa, de rol y los asesinatos misteriosos. Publicará su primer antología de relatos cortos NO ESTÁS INVITADO en Septiembre 2021.


Contacto: http://comialgoraro.blogspot.com/ - Recién lancé este blog, espero empezar a llenarlo en los próximos días con el resto de mis relatos.

Podcast: radiohorror.transistor.fm


Gracias,

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Carolina





4 comentarios:

Oscar Rivera-Kcriss dijo...

Buen relato Carolina. Debe ser muy abrumador tener que volver a repetir esa experiencia del ciego. Felicitaciones.

KIDIA dijo...

Buen relato. Gracias

Caro Arriaga dijo...

Muchas gracias dejar tu mensaje.

Caro Arriaga dijo...

Gracias, saludos =)

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