Texto:
Marisela Riquelme. Imagen: Pixabay.
Otra
noche infernal, cada vez que cierro mis ojos comienza el tormento y aparecen
estos sueños malditos. Ayer combatí con una gran serpiente, que con
ensañamiento comprimió mi cuello. Desperté y sentí que me asfixiaba. Incluso
derramé sangre por mi boca, creo que apreté demasiado los dientes. Espero
sobrevivir esta noche.
Esto
es extraño, pero parezco estar despierta, estoy en un gran salón junto a dos de
mis amigas. Todo parece tranquilo, hay muchas personas sonriendo y otras
caminando por un pasillo. Macarena no deja de beber y Clara fue a curiosear por
los alrededores. Siento una gran presión en el pecho, sé que hay algo más, esta
quietud me aterra. A mi izquierda caminan tres hombres uno tras otro y están entrando
en un cuarto. No sé si seguirlos o buscar una salida de este lugar. Ya no lo
resisto, no puedo quedarme aquí, quiero ver qué está ocurriendo. Espero que
nadie me vea, presiento que algo no está bien.
Sabía
que había algo siniestro. Este cuarto está oscuro, solo lo iluminan las velas,
hay un mesón rectangular con copas de metal sobre él. Lo rodean cinco hombres
con capuchas que cubren hasta sus ojos, cada uno lleva un cuchillo en sus
manos. Pero esto es más terrible de lo que creí ¡Oh, por Dios! Tienen a una
mujer, parece estar sedada y la están subiendo al mesón. ¡No! ¡No puede ser! La
están atando de manos y pies, es extraño, uno de ellos está diciendo unas
palabras, pero no logro entender qué significan. ¡Oh, no, no! Están tomando sus
cuchillos, moriré, sáquenme de aquí, esta es una pesadilla maldita, ¡por favor!
No quiero seguir viendo esto, ¡no lo soporto! Esos infelices están cortando las
muñecas de esa mujer, otros su yugular. ¡Por Dios! El último está abriendo su
pecho…pero ¿qué hacen? Están recogiendo la sangre que cae en sus copas. ¡Esto
es inhumano! La están bebiendo…
Necesito
salir de aquí. ¿Dónde está Clara? Iré por Macarena, debemos irnos al precio que
sea. ¡Maldita sea, me vio uno de ellos! Debo correr, me está siguiendo, no sé
qué me ocurre, siento que no avanzo... ¡Por fin!
—¡Maca,
vámonos de aquí! Suelta esa copa.
—Tatiana,
no seas aguafiestas.
—Maca,
¿qué es eso? ¡Por Dios, estás bebiendo sangre!
—Estoy
bien, ¡déjame!
Que
conste, te lo advertí, te asesinarán, aquí están ocurriendo cosas terribles. Ya
no lo soporto. ¿Dónde está Clara? No entiendo, pareciera que hubiera más
pasillos… ¿Qué sucede? Todo da vueltas en mi cabeza.
—¡Clara!
¡Clara! Enloqueceré, maldita angustia, quiero despertar. Esto no es real, esto no es real…
¡Pero
esto no puede ser! ¿Por qué estoy nuevamente aquí? Esta vez dentro de este
maldito cuarto. ¡La escena se repite! ¿Por qué nadie me oye? ¡Por favor, quiero
salir de este lugar! Pero ¿qué es esto? ¿Clara? ¿Por qué estoy vestida como
ellos? ¿Qué hago con este cuchillo? ¡Oh, qué he hecho! ¿Por qué tengo sangre en
mis manos? ¿Qué es lo que tengo en mi boca? ¡Por Dios, qué hago con esta
copa! ¡Sáquenme de aquí!
¡He
vuelto, qué alivio! Desperté no lo puedo creer, ¡estoy viva! Fue uno más de
esos sueños malditos. Pero ¿qué hago aquí en la cocina? Ay, este dolor que
siento… ¿Por qué me sangran las muñecas? ¿Y este cuchillo? Siento que me
desvanezco, mi cuerpo se enfría, creo que ya no respi…