Cuento de Charles Nodier basado en una leyenda húngara. Traducción de Francisco Javier Fontenla. Imagen de Pixabay.
Un soldado húngaro se alojó en la casa de un campesino que vivía
cerca de la frontera. Un día estaba comiendo a su lado cuando vio entrar a un
desconocido, que se sentó entre los demás comensales. El campesino y su familia
parecieron asustarse por aquella visita y el soldado, ignorando lo que pasaba,
no sabía a qué atribuir el temor de sus anfitriones. Pero al día siguiente el
campesino apareció muerto en su cama. Entonces el soldado supo que aquel
desconocido era el padre de su anfitrión, que tras diez años enterrado había
vuelto a la casa de su hijo, para anunciarle y provocarle la muerte. El militar
informó a sus compañeros del regimiento de lo que había sucedido. Entonces el
alto mando designó a un capitán, a un cirujano, a un auditor y a otros oficiales
para verificar los hechos. Los habitantes de la casa y sus vecinos de la villa
coincidieron en afirmar que el padre del campesino había vuelto de la tumba
para matar a su hijo, asegurando que todo lo dicho por el soldado era
completamente cierto. En consecuencia, se ordenó desenterrar el cuerpo del
fantasma. Este presentaba el aspecto de un hombre recién muerto y tenía la
sangre caliente. Se le cortó la cabeza antes de devolverlo a su tumba. Luego se
informó a los oficiales de que otro hombre, muerto hacía más de treinta años,
tenía la costumbre de volver al mundo de los vivos y ya se había presentado
tres veces en su antiguo hogar. La primera vez había atacado a su hermano para
absorberle una buena cantidad de sangre. La segunda vez le había hecho lo mismo
a uno de sus hijos. La tercera vez su víctima había sido un criado. Las tres
personas atacadas habían muerto como consecuencia de sus ataques. Este espectro
fue desenterrado y su cuerpo albergaba tanta sangre como el primer vampiro. Le
hundieron una estaca en la frente y lo enterraron. Cuando la comisión pensaba
que su tarea ya había terminado, llegaron más personas denunciando casos
semejantes. Un tercer vampiro, que llevaba dieciséis años muerto, había
asesinado y devorado a sus dos hijos. Se le consideró el más culpable de los
tres, motivo por el cual su cuerpo fue quemado. Una vez efectuadas las
ejecuciones, los oficiales abandonaron la villa, tras haberla librado de los
monstruos que acosaban a sus familiares y amigos para chuparles la sangre.
Tal vez te interese leer:
Las metamorfosis del vampiro (Charles Baudelaire)
La leyenda de Lamia (Javier Fontenla)
La leyenda de María Humala (Javier Fontenla)
El extraño Yousef (Sara Lena)
- La monstruosa vida de la maestra del terror, Mary Shelly
- El origen del monstruo de Frankenstein y su madre
- El caso de Annabel Lee (Edgar Allan Poe)
- Las metamorfosis del vampiro (Charles Baudelaire)
- Homenaje a Lovecraft
1 comentario:
Interesante historia. Maneja un lenguaje sencillo u fácil de comprender. Según algunas investigaciones realizadas por especialistas, estos seres si existieron y las formas de exterminio, eran aconsejadas por exorcistas y brujos que, ya antes habían tenido enfrentamientos con estas criaturas u habían descubierto en textos antiguos la forma de darles muerte para siempre. Teniendo en cuenta esa información, procedían a ponerla en práctica para comprobar su eficacia.
Con gratitud Óscar Rivera KRISS.
🤗🤗🤗
Publicar un comentario