EL ÁRBOL DE MI VIDA



Texto de Sara Lena, imagen de Pinterest.



Algunas personas son adictas al café y otras parecen recargarse de energía con el sexo, el alcohol o las drogas, pero a mí nada de eso me funciona. Solo mi árbol logra darme la energía positiva que necesito para seguir adelante. Lo planté hace tres años y ha crecido muy rápido. A veces estoy a punto de irme al trabajo y en el último momento regreso al jardín, para abrazarlo y rendirle mi dosis diaria de cariño. En su rugoso tronco siempre encuentro el consuelo y la energía que me impulsan para iniciar con buena vibra un nuevo día. Tal vez estoy perdiendo la razón, pero a veces me da la impresión de que puede escucharme y, en cierto modo, comunicarse conmigo. Si no lo abrazo a diario, siento que se abre un hueco en mi rutina diaria y entonces me embarga la desesperación, como si ya no pudiera seguir adelante con mi vida. En esas ocasiones siempre termino aquí, en el único lugar donde encuentro el consuelo y la paz que necesito para seguir adelante. 

Pero hoy es un día especial, pues se cumple un año de mi peor desgracia y ese recuerdo me consume por dentro, hasta que termino de rodillas bajo la lluvia, como si hubiera llegado a mi límite. Ni siquiera la alfombra de hojas que me preparó mi árbol puede borrar de mi mente el terrible dolor de ese recuerdo... 

Él me prometió que me amaría hasta el fin de sus días y ella que me sería fiel por siempre. Descubrí sus mentiras un día que volví a casa antes de lo previsto y los descubrí en mi propia cama. Pero en un primer momento no quise enojarme. Los dejé dormir y salí al jardín, para abrazar a mi árbol y reflexionar sobre mis errores. Comprendí que yo había permitido que su relación fructificara y, cuando me sentí cansada de llorar, me pareció oír que mi árbol me susurraba: 

—Todo fue culpa tuya.

Entonces comprendí que mis múltiples ocupaciones no me habían permitido darles a mis relaciones personales todo el tiempo que requerían. Aun así, ellos eran los seres más importantes en mi vida y yo había puesto toda mi fe en el gran amor que decían tenerme. Incluso los había alentado a estar juntos, para suplir de alguna forma mis ausencias. Pero su traición me destruyó y hoy sé que jamás podré reconstruirme a mí misma, pues ¿cómo podría volver a creer en el amor después de esto? Dejaron una herida tan profunda en mí que ya no puedo volver a creer ingenuamente en la bondad ajena. Cuando finalmente decidí pedirles explicaciones, se justificaron diciéndome que, a pesar de lo mucho que me querían, habían descubierto que eran dos almas gemelas, cuyo amor había surgido por obra del destino y no por un afán deliberado de perjudicarme. Me pidieron que fuera comprensiva con ellos, me juraron que jamás habían tenido la menor intención de herirme y que, de hecho, habían intentado resistirse con todas sus fuerzas a los sentimientos que los unían.

Nada ha sido más doloroso en mi vida, pero ahora puedo consolarme sabiendo que, a pesar de todo, los tres (mi novio, mi mejor amiga y yo) estaremos juntos para siempre. Y siempre puedo aferrarme al amor de mi árbol, el más hermoso de todos. El secreto de su belleza es que se nutre de sus cuerpos putrefactos. 


Autora:Sara Lena Tenorio


Corrección de estilo: Francisco Javier Fontenla

Derechos reservados de autor ©

La protagonista de este cuento sufre graves trastornos mentales, que la hacen mantener obsesivas rutinas y generar raras fantasías de positivismo, al estrechar una extraña relación con su árbol favorito. En medio de su depresión, recuerda sin remordimientos haber asesinado a su novio y a su mejor amiga, a quienes enterró a un lado de su árbol.



2 comentarios:

Oscar Rivera-Kcriss dijo...

Felicitaciones maestra. Es muy agradable leer sus historias, tanto reales como ficticias. Siempre tiene algo que enseñar.
He escuchado decir, que los árboles tienen el don de proporcionarnos energía, de transformar lo negativo en positivo. Que escuchan y siente como cualquier ser vivo. Abrazar un árbol es llenarse de la misma tierra, de la inagotable vida que ofrece la naturaleza y de hecho, también favorece todo el cuerpo sanando enfermedades y dolencias.
Gracias por deleitarnos con tus letras.
Bendiciones mil y muchos éxitos te deseo.

Sara Lena dijo...

Sí, a mí tambien me habaron de esas maravillosas facultades de los árboles e investigué al respecto. Todo lo que leo, lo que me dicen y lo que me rodea, puede detonar a mis musas. Gracias por tu amable apreciación Oscar.

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