Este poema del pintor y escritor británico D. G. Rossetti (1828-1882) canta la inmortal belleza de Lilith, el vampiro primigenio de la mitología hebrea. Curiosamente, Rossetti era sobrino de J. W. Polidori, padre de los vampiros literarios. Adaptación: Francisco Javier Fontenla. Imagen: Pixabay.
Se dice de Lilith, la primera esposa de Adán (la bruja a la que amó antes de recibir el regalo de Eva), que su lengua podía engañar antes que la de la serpiente y que su mágica cabellera fue el primer oro. Y permanece sentada, joven mientras el mundo envejece, mientras se contempla delicadamente a sí misma y teje una red con la cual atrapa a los hombres, hasta que se apodera de sus corazones, cuerpos y vidas.
Sus
flores son la rosa y la amapola; ¿dónde, Lilith, encontraremos a aquel que
pueda resistir tu fragancia, tus suaves besos y tu dulce sueño? Cuando los ojos
del muchacho se reflejan en los tuyos, tu embrujo lo penetró, quebró la rectitud
de su cuello y apresó su corazón con uno solo de tus dorados cabellos.
Texto original:
Of
Adam's first wife, Lilith, it is told
(The witch he loved before the gift of Eve,)
That, ere the snake's, her sweet tongue could deceive,
And her enchanted hair was the first gold.
And still she sits, young while the earth is old,
And, subtly of herself contemplative,
Draws men to watch the bright web she can weave,
Till heart and body and life are in its hold.
The rose and poppy are her flowers; for where
Is he not found, O Lilith, whom shed scent
And soft-shed kisses and soft sleep shall snare?
Lo! as that youth's eyes burned at thine, so went
Thy spell through him, and left his straight neck bent
And round his heart one strangling golden hair.
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