Pedro estaba relajado,
escribiendo como de costumbre pues ese es su trabajo.
Cuando la huesuda llegó,
y de un grito llamo su atención.
Llegó tu hora de irte a descansar dijo la huesuda sin dudar.
No tengo sueño ni quiero descansar,
lo que quiero es este escrito terminar.
No digo que te vayas dormir,
a la tumba es donde tienes que ir.
¿Y yo por qué?
Si aun joven estoy,
mejor llevate a otro escritor.
Ya no hay vuelta atrás,
es tu turno y me tienes que acompañar.
Sin más remedio Pedro el escritor,
se fue con la calaca al panteón.
Y ahora desde el cementerio,
Pedro escribe cuentos para los muertos.
Autor: Peter Winchester
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